La habitación era impresionante: sólo entrar dejaba mudo. Pocas veces había estado frente a un espectáculo tan inquietante.
En una pared había un mueble con una cantidad incontable de libros de leyes ordenados por color, por editorial, por tamaño… los pequeños a la izquierda y los de mayor volumen al final. La segunda pared era aún más alarmante: centenares de fotos en las que sólo él aparecía. Las de mayor tamaño y enmarcadas de forma especial eran las que recordaban sus logros más importantes. La tercera pared era sobria (comparada con las otras) pues la cama que estaba recargada en ella impedía que el espacio fuera utilizado para mostrar otra colección. El espacio de pared sobre la cabecera era de un blanco inmaculado que permitiría sin duda hacer evidente el menor contacto de cualquier minúsculo ser.
La sorpresa final la tuve al observar la cuarta y última pared en la que estaba la puerta por la que ingresé: había una pequeña cámara de video sobre el marco que parecía apuntar al espacio de la entrada únicamente. En la puerta, más de 7 pasadores y 3 cerraduras de llave que extrañamente estaban abiertas… ¿En qué trampa fui a caer?
En una pared había un mueble con una cantidad incontable de libros de leyes ordenados por color, por editorial, por tamaño… los pequeños a la izquierda y los de mayor volumen al final. La segunda pared era aún más alarmante: centenares de fotos en las que sólo él aparecía. Las de mayor tamaño y enmarcadas de forma especial eran las que recordaban sus logros más importantes. La tercera pared era sobria (comparada con las otras) pues la cama que estaba recargada en ella impedía que el espacio fuera utilizado para mostrar otra colección. El espacio de pared sobre la cabecera era de un blanco inmaculado que permitiría sin duda hacer evidente el menor contacto de cualquier minúsculo ser.
La sorpresa final la tuve al observar la cuarta y última pared en la que estaba la puerta por la que ingresé: había una pequeña cámara de video sobre el marco que parecía apuntar al espacio de la entrada únicamente. En la puerta, más de 7 pasadores y 3 cerraduras de llave que extrañamente estaban abiertas… ¿En qué trampa fui a caer?
(pasar por alto faltas de ortografia)
ResponderEliminarEl entro en la habitacion y finjio, sin exito, pretender que no pasaba nada, para entonces su cara ya acusaba sin escondite la interrogante de una especie de exitacion rodeada por mil preguntas que el jamas dejo que nacieran. Su mecanismo de defensa le enseño desde niño a callar, ser paciente y observar. Barrio como una escoba al polvo aquel cubo en segundos. aunque dio pocos pasos, con eso basto para reconocer el terreno. definitivamente, no tenia el control, y menos al estar detras de 7 pasadores y 3 cerraduras de llave,... en que trampa fue a caer?