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Tres Cuentos de Familia


... Nace el primogénito de una familia. Hijo de campesinos, tiene 5 hermanos y se cría en medio de la pobreza del medio rural mexicano. Asiste a la escuela primaria y apenas salir de su adolescencia, consigue un empleo en la naciente industria paraestatal petrolera. Su vida hasta ese punto había sido ayudar a su padre y hermanos con las labores del campo. En lugar de asistir a educación secundaria, siguió labrando, sembrando y cosechando para subsistir. Cuando deja el campo, su nuevo trabajo lo hace viajar y conoce a la hija de un matrimonio entre un comerciante español y una hija de comerciantes mexicana. Ella cuenta sólo con educación básica, pero con experiencia en la administración del negocio familiar, dedica sus tardes a la lectura, a conocer sobre el arte y en especial sobre la música…
... Un contador oriundo de la capital del país emigra después de terminar sus estudios profesionales hacia una pequeña ciudad del norte donde, ante la falta de profesionales independientes, visualiza un futuro económico prometedor. No creció en un medio familiar unido; a los 14 años dejó su casa y el contacto con su familia se volvió casi nulo. En la ciudad a la que llegó, conoce a una maestra de primaria recién graduada, que nunca ha salido de su ciudad natal; siempre ha vivido con sus padres e incluso en su comunidad es reconocida por el estrecho vínculo que mantiene con su familia, demostrado con sus semanales reuniones posteriores a la asistencia a actividades producto de su activismo católico…
... Un comerciante de telas sirio emigra y llega al nuevo mundo y se casa con una mujer que es hija de hombres de campo en un medio semi-rural de ese nuevo país al que llegó. La novia mexicana no había viajado nunca. Ni siquiera había pasado una temporada lejos de la casa paterna. Él aprende rápidamente español y se convierte al cristianismo en sus primeros años de matrimonio…

Y puedo seguir. O puedes empezar tu a escribir con la historia de tus padres, tus abuelos, tus tíos y, la más importante, la tuya. Más que mostrarte el final de las historias que empecé a escribir, quiero transmitir con éstas primeras líneas que somos el producto de una serie de coincidencias y circunstancias en muchos casos extraordinarias y fortuitas, que juntaron historias familiares por demás distintas producto de un chispazo inicial, un deslumbramiento, un enamoramiento, que con el paso del tiempo fructificó en matrimonio e hijos. Y es con el paso del tiempo y la convivencia diaria que surge la problemática cotidiana y en medio de ella, nos olvidamos del inicio de la historia.

Procedemos de orígenes diferentes. Tenemos historias diferentes. Formación, cultura, en ocasiones idioma y religión diferentes. Pero queremos ser la pareja maravilla, vivir una vida de cuento de hadas, no tener problemas jamás y todo esto sin el menor esfuerzo.
Perdón anticipado por mi siguiente línea: JA, JA, JA!!!

No he agregado aún en la ecuación el entorno social, la escuela y compañeros que tuvimos, ni los equipos de futbol o béisbol de la infancia. Como lo dije en mi primera entrega: algo que a primera vista parece simple es que NADIE tiene una historia igual a la mía. Simple y no. Me ha costado mucho aprender que NADIE está obligado a ver el mundo como yo lo veo. Ni mi pareja. Ni después de 10 años de matrimonio. Vaya, démonos cuenta al voltear al lado que ni mis hermanos, hijos del mismo padre y misma madre, viviendo en la misma casa y asistiendo a las mismas escuelas, interpretan el mundo como lo hago yo.

Imaginemos por un momento de nuevo al muchacho protagonista de la primera historia que inicié. Imaginémoslo pasando sus días sólo, al sol, en el campo trabajando. Conviviendo con un padre inexpresivo, que forma a sus hijos en la disciplina del trabajo con su ejemplo y cuando se necesita, con golpes. Por años. Y luego avanzamos en la historia al futuro y lo vemos casado con la hija del comerciante español, ya con sus hijos y ella queriendo dinero para libros, para discos, deseando que sus hijos aprendan francés como lo hablaba su padre… ¿Se lo imaginan? ¿Imaginan las conversaciones entre ellos? ¿Imaginan los desacuerdos sobre la educación de los hijos? Simplemente, ¿Se imaginan cómo se ponían de acuerdo sobre los gastos diarios?

Pero no se trata de sonar trágico. Se trata de revisar ejemplos y cuentos para interiorizar en nuestras vidas, revisar nuestras historias y desde ahí hacernos las preguntas más importantes que necesitamos contestar antes de querer compartir la vida con alguien: ¿Quién soy? ¿Quiénes me antecedieron? ¿Cómo se ha construido mi historia personal? ¿Qué me gusta? ¿Qué quiero hacer con mi vida? Y no porque pretenda que tras responderlas nos dediquemos a una búsqueda interminable de nuestra alma gemela, al contrario, pienso que las respuestas nos van ser útiles porque NO VAMOS A ENCONTRAR NUESTRA ALMA GEMELA en la mayoría de los casos, pero con claridad de ideas puedo OFRECERLE a esa persona que pretendo comparta su vida con la mía, una serie de pistas para que entienda porqué digo o hago tal cosa y la ponga en un contexto que facilite la relación conmigo. Porque al cuestionarme y responderme entenderé que mi pareja tiene una historia fascinante y DISTINTA a la mía y si ella no se ha hecho las preguntas, AL PRINCIPIO DE MI RELACIÓN la ayudaré a que se las haga, la conoceré, y entenderé porqué me dice las cosas que me dice y cómo me las dice. Ella sabrá que si no la abrazo ni beso tanto como lo hacían sus padres no significa que no la ame (¡y con su ayuda puedo aprender!); que si ella no le interesa ir al futbol conmigo como a las mujeres en mi casa, tampoco es porque no me ama; que si la música, los discos, o los lugares en los que nos gusta pasar el tiempo libre y las personas con las que nos gusta pasarlo no son las mismas, no es porque no nos amemos o porque tengamos un deseo secreto de lastimarnos o hacernos la vida difícil. Es algo mucho más sencillo que eso, pero que en la mayoría de los casos escapa a nuestra vista: NUESTROS CUENTOS DE FAMILIA SON DIFERENTES.

Por lo anterior, entenderé los sueños y aspiraciones de mi pareja y, finalmente, tendré los elementos necesarios para que cuando pase la etapa de encantamiento inicial (que ya trataré a detalle en una futura entrega como lo prometí) pueda dedicarme el resto de mis días a lo que considero el verdadero amor: A TRABAJAR DÍA A DÍA, MEDIANTE UN ESFUERZO CONSCIENTE Y VOLUNTARIO, PARA ESCUCHARLA, ENTENDERLA Y HACERLA FELÍZ. Voy a compartir las cosas nuevas que mi pareja trae a mi vida porque la amo. Voy a hacer cosas que quizá consideraba que no me gustaban (un poco a fuerza al principio) y les encontraré algún sabor, porque la amo.

Este tema da para mucho y por eso me encanta este medio. Puedo escribir algo que se enriquece con sus comentarios y luego regresar y hacerlo crecer. Eso es quizá lo más útil de éstas comunidades virtuales que nos tocó disfrutar en nuestros tiempo. Y con ustedes, lo seguiré haciendo.

¡Ah! Sobre el final de las historias que empecé a bosquejar les debo decir que no todas acabaron felizmente. Ustedes construyan sus conclusiones y además, en otros escritos seguiremos a esos personajes en etapas de su vida juntos. Pero no lo olviden: lo más importante siempre es poder responder... ¿Cómo es MI cuento?


Comentarios

  1. Me gusto la frase "Nadie esta obligado a ver el mundo como yo lo veo". En muchas ocasiones nos preocupamos por lo que la gente pueda pensar sobre nuestra acciones o pensamientos, y el secreto esta en esta frase. Lo impotante es ser feliz con lo que hacemos y tratar de hacer felices a los que nos rodean. Felicidades. Muy buena reflexion. Ana Dalia

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  2. Gil me encanta todo lo que escribes, son muy sabias tus palabras, me tienes haciendo anotaciones de cosas que para mi me hicieron mucho ruido..gracias por tomarte el tiempo de compartir todo esto con todos los que te queremos y admiramos y claro que seguire muy pendiente de tus articulos.
    tu prima que te quiere..
    Raquel

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  3. Me encanta el tema, la verdad como desde el primer dia que te conoci, me quito el sombrero ante tus palabras...aunque me tardo en leerlos pero seguire tratando de aprenderte un poco, y ponerlo en practica...Un abrazo de los miniDanys, para el tioPadrino

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