GRATIA, en latín, significa la honra o alabanza que sin más se brinda a otro. Es alegría compartida. En su raíz más primitiva significa: “alabar, cantar laudes en voz alta”. ¿Qué nos puede producir felicidad tal como para cantar alegres y alabar sin más? LA CERTEZA.
No me refiero a cualquier certeza, les doy unas pistas ¿Saben cuándo Jesús da GRACIAS según el santo Evangelio? Hay 3 momentos clave:
- Juan 6.11 “Entonces Jesús tomó los panes y habiendo dado gracias, los repartió a los que estaban sentados” (al hacer el milagro de la multiplicación de panes y peces)
- Juan 11.41 “Padre, te doy gracias porque me has oído” (antes de resucitar a Lázaro)
- Lucas 22.19 “después de dar gracias, lo partió y le dio diciendo…” (al instituir la eucaristía)
Observemos: Jesús le dio GRACIAS al PADRE ANTES de hacer los milagros, con la certeza de que había sido escuchado y que, lo que estaba por pedir, se iba a realizar. No dudó. Se alegró y alabó por adelantado.
Hoy, yo quiero darle GRACIAS a DIOS porque estoy convencido de que Él está con nosotros, que NUNCA nos abandona y que estará con nuestras familias en esta lucha que estamos dando por recuperar la PAZ.
Sin duda, ustedes tienen muchos motivos para darle GRACIAS A DIOS: su familia, sus amigos, su trabajo, su salud… pero mientras leen estas líneas, yo los quiero invitar a que imitemos a Jesús y demos gracias por adelantado ante un milagro que DIOS nos va a conceder: demos gracias por la PAZ, la SEGURIDAD y la TRANQUILIDAD que vamos a recuperar si elevamos nuestra oración con FE.
Mientras Dios nos siga dando aliento, mientras nos permita abrir los ojos cada mañana, estoy seguro que con Él, haremos lo necesario para recuperar la ESPERANZA EN UNA VIDA MEJOR.
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