Se acerca el cumpleaños de mi hijo. Estaba recordando tantas cosas bellas que me ha tocado vivir desde que supe que vendría a mi vida. Todo lo que por él he aprendido. Una de las primeras cosas que me enseñó es que todo va a pasar, por grave que parezca en el momento que lo estoy viviendo.
Durante el primer trimestre de su gestación, mi hija mayor contrajo una forma de rubeola. Mi esposa no había padecido esa enfermedad de niña y por ello, el riesgo de contagio era grave. Si ella contraía esa enfermedad, el impacto para el bebé en su vientre sería dañino. Vivíamos fuera de México y la medicina del país que nos albergaba no ayudaba a resolver nuestra incertidumbre y miedo. Ante eso, escribí:
Por eso ante ti se levanta mi ruego
Sobra decir (para los que nos conocen) que no hubo contagio y mi bebé nació sano. Hoy es un niño inteligente, deportista, amante de las nuevas tecnologías y de la música; le gusta cantar y poner caras locas en las fotos.
Cuando enfrento un momento difícil busco una foto de sus cumpleaños, o cualquiera de las que le tomamos en esta su niñez, miro sus caras y sonrío. Porque eso es la vida: poner una cara loca ante el lente de la realidad y producir una carcajada en los que te rodean. Lo amo por eso y por todo. Lo amo porque es mi hijo. Siempre vivirán en mi corazón éstos, los días de sus primeros cumpleaños.
Durante el primer trimestre de su gestación, mi hija mayor contrajo una forma de rubeola. Mi esposa no había padecido esa enfermedad de niña y por ello, el riesgo de contagio era grave. Si ella contraía esa enfermedad, el impacto para el bebé en su vientre sería dañino. Vivíamos fuera de México y la medicina del país que nos albergaba no ayudaba a resolver nuestra incertidumbre y miedo. Ante eso, escribí:
De los tiempos y espacios, Señor eres dueño
De los llantos y risas, tormentas y sueños
Por eso ante ti se levanta mi ruego
De los hombres y vidas, Señor eres dueño
De la hora y designios, Señor eres dueño
Milagro de vida, regalo supremo
Vientre y semilla de amor yo te ofrezco
De los tiempos y espacios, Señor eres dueño
De las pruebas y causas, Señor eres dueño
Hay perlas de sal, hay rostros inciertos
Ya días de sol bañarán a tu siervo
De los llantos y risas, Señor eres dueño
Por eso ante ti se levanta mi ruego
Lléname de amor, comprensión y deseo
Pido tu fuerza, tu paz, tu luz y tu aliento
Pues de los hombres y vidas, Señor eres dueño
Sobra decir (para los que nos conocen) que no hubo contagio y mi bebé nació sano. Hoy es un niño inteligente, deportista, amante de las nuevas tecnologías y de la música; le gusta cantar y poner caras locas en las fotos.
Cuando enfrento un momento difícil busco una foto de sus cumpleaños, o cualquiera de las que le tomamos en esta su niñez, miro sus caras y sonrío. Porque eso es la vida: poner una cara loca ante el lente de la realidad y producir una carcajada en los que te rodean. Lo amo por eso y por todo. Lo amo porque es mi hijo. Siempre vivirán en mi corazón éstos, los días de sus primeros cumpleaños.
Sensei,
ResponderEliminarSolo t digo algo muy breve. El dia del padre hay q felicitar a tus hijos... tienen un padre q vale oro!. Tu familia se saco la loteria
Muy queridos Gilberto y Nery:
ResponderEliminar¿Qué puedo yo decirles? Los conozco como familia y en realidad al que más he tratado es a Gilbertito y siempre he sabido que él tiene una misión especial en la vida, tiene una especial sensibilidad para rezar, para cantar, para vivir una vida cristiana coherente ¡¡Y vaya que es un niño!! Ahora que conozco esta parte lo confimo aún más.
¡Felicidades por sus hijos y por su testimonio de Fe tan grande!
Un abrazo, Elisa