Ir al contenido principal

Hace 8 años...

Se acerca el cumpleaños de mi hijo. Estaba recordando tantas cosas bellas que me ha tocado vivir desde que supe que vendría a mi vida. Todo lo que por él he aprendido. Una de las primeras cosas que me enseñó es que todo va a pasar, por grave que parezca en el momento que lo estoy viviendo.

Durante el primer trimestre de su gestación, mi hija mayor contrajo una forma de rubeola. Mi esposa no había padecido esa enfermedad de niña y por ello, el riesgo de contagio era grave. Si ella contraía esa enfermedad, el impacto para el bebé en su vientre sería dañino. Vivíamos fuera de México y la medicina del país que nos albergaba no ayudaba a resolver nuestra incertidumbre y miedo. Ante eso, escribí:


De los tiempos y espacios, Señor eres dueño
De los llantos y risas, tormentas y sueños
Por eso ante ti se levanta mi ruego
De los hombres y vidas, Señor eres dueño

De la hora y designios, Señor eres dueño
Milagro de vida, regalo supremo
Vientre y semilla de amor yo te ofrezco
De los tiempos y espacios, Señor eres dueño

De las pruebas y causas, Señor eres dueño
Hay perlas de sal, hay rostros inciertos
Ya días de sol bañarán a tu siervo
De los llantos y risas, Señor eres dueño

Por eso ante ti se levanta mi ruego
Lléname de amor, comprensión y deseo
Pido tu fuerza, tu paz, tu luz y tu aliento
Pues de los hombres y vidas, Señor eres dueño

Sobra decir (para los que nos conocen) que no hubo contagio y mi bebé nació sano. Hoy es un niño inteligente, deportista, amante de las nuevas tecnologías y de la música; le gusta cantar y poner caras locas en las fotos.

Cuando enfrento un momento difícil busco una foto de sus cumpleaños, o cualquiera de las que le tomamos en esta su niñez, miro sus caras y sonrío. Porque eso es la vida: poner una cara loca ante el lente de la realidad y producir una carcajada en los que te rodean. Lo amo por eso y por todo. Lo amo porque es mi hijo. Siempre vivirán en mi corazón éstos, los días de sus primeros cumpleaños.

Comentarios

  1. Sensei,
    Solo t digo algo muy breve. El dia del padre hay q felicitar a tus hijos... tienen un padre q vale oro!. Tu familia se saco la loteria

    ResponderEliminar
  2. Muy queridos Gilberto y Nery:
    ¿Qué puedo yo decirles? Los conozco como familia y en realidad al que más he tratado es a Gilbertito y siempre he sabido que él tiene una misión especial en la vida, tiene una especial sensibilidad para rezar, para cantar, para vivir una vida cristiana coherente ¡¡Y vaya que es un niño!! Ahora que conozco esta parte lo confimo aún más.
    ¡Felicidades por sus hijos y por su testimonio de Fe tan grande!
    Un abrazo, Elisa

    ResponderEliminar

Publicar un comentario

Entradas populares de este blog

47 vueltas

Me gusta la ciencia ficción. Se disparan mis sueños cuando pienso que, sobre una roca gigantesca, flotando en la nada, he completado 47 vueltas alrededor de mi estrella. Pero luego se acaban los cuentos interestelares: el tiempo se siente. Las rodillas y la espalda no mienten. Tampoco la calva y las pocas canas. O los lentes. ¡Los benditos lentes con 3 graduaciones y que en ninguna enfoco! La vida nos va cansando de a poco; es como un insecto que muerde una hoja. Al principio, casi no notas los agujeros, pero después de un descuido, casi no queda hoja. Así la vida. Hora tras hora, sin sentir en el momento, vas agotando la preciosa cuenta y al hacer un alto, hay más hacia atrás que hacia adelante. El futuro se ve hermoso, no lo niego. Me ilusiona. Todo lo que está por venir pinta para llenar los cajones reservados a los mejores recuerdos. Que si la casa, el negocio o los hijos grandes. Todo mañana tiene rostro de triunfo y sonrisa. La conciencia de tantas vueltas genera una urgencia: qu...

La Barca

Despidiendo a la multitud, le llevaron con ellos en la barca ... (Mc 4:36) Aprendí a tocar la guitarra a los 7 años y pronto, sentí el deseo de tocar en tantas ocasiones como me fuera posible. Me gustaba encerrarme en mi recámara y poner casetes para "sacar canciones" (oír la melodía, descubrir las notas, escribirlas y poder luego tocar la canción con mi guitarra), pero me gustaba más pasar la tarde con mis amigos de la rondalla infantil y tocar juntos las canciones que el maestro nos enseñaba.