Leer noticias se ha vuelto una fuente de estrés para nuestra generación. La mayoría de las notas son crónicas del crimen y sus consecuencias. Parece que fuera lo único que sucede. A fuerza de tanto leer, nos hemos convencido, casi todos, de que nada se puede hacer; somos pasajeros y no pilotos en un avión que parece descender en caída libre. Yo no estoy de acuerdo.
Aún creo que podemos hacer cosas y que en nuestras manos está el gestar un cambio. No hablo de armas o de "guerra". Hablo de educación, entrenamiento, formación, compasión y sobre todo, de amor. Se nos ha olvidado que antes que cualquier cosa en la que los adjetivos imputados por terceros nos quieran convertir, somos seres humanos.
Un grupo de ciudadanos, padres de familia, preocupados por el estado de cosas que hoy viven sus hijos (el cliché "el mundo que heredarán a sus hijos" ya murió; la realidad nos alcanzó) se dio a la tarea de trabajar por la paz desde una perspectiva cristiana. "Música y Palabra" nació como una respuesta más a las preguntas que nuestros hijos nos hacen sobre la triste realidad, en principio incomprensible para ellos, que les toca vivir.
La idea es organizar conciertos que brinden esperanza con un mensaje de amor cristiano y al mismo tiempo, recaudar fondos para destinarlos a grupos de expertos que hoy trabajan en tareas concretas para prevenir en el origen o re-educar en la zonas afectadas, a los que practican o han practicado conductas delictivas. No se trata de empezar de cero, sino de ser eficientes y destinar recursos a los que con una metodología y sobre todo, resultados comprobados por años, pueden ayudar a cambiar las cosas.
Las primeras dos asociaciones en la mira de "Música y Palabra" son Raza Nueva en Cristo y las Villas Asistenciales Santa María.
Los invito a que visiten sus páginas en internet para que los conozcan mejor. Les adelanto que yo estoy impresionado y enamorado de ambas obras. "Raza Nueva" trabaja en las colonias con alto índice de criminalidad en la zona metropolitana de Monterrey, reclutando pandilleros para convertirlos en misioneros. He sido testigo de transformaciones impresionantes. Como lo dice el P. Juan Carlos Arcq, "Las pandillas no son malas por si, son sólo una forma de organización que sustituye la carencia de amor por el desintegrado seno familiar. No luchemos contra ellas. Entremos en ellas y cambiemos la razón por la que se juntan. Es posible. Funciona".
"Villas Asistenciales" brinda apoyo a familias mono-parentales, carentes de recursos económicos, brindando herramientas para el desarrollo de las nuevas generaciones, también en la zona metropolitana de Monterrey. Han creado espacios en los que los niños pueden permanecer mientras sus madres/padres trabajan y ahí encontrar amistad, apoyo y también educación, computación y deporte.
Hay una frase que he leído miles de veces en fecha reciente en correos electrónicos y redes sociales: "Para que el mal triunfe, sólo es necesario que los buenos no hagan nada - E. Burke".
Y tú... ¿Qué estás haciendo?
Aún creo que podemos hacer cosas y que en nuestras manos está el gestar un cambio. No hablo de armas o de "guerra". Hablo de educación, entrenamiento, formación, compasión y sobre todo, de amor. Se nos ha olvidado que antes que cualquier cosa en la que los adjetivos imputados por terceros nos quieran convertir, somos seres humanos.
Un grupo de ciudadanos, padres de familia, preocupados por el estado de cosas que hoy viven sus hijos (el cliché "el mundo que heredarán a sus hijos" ya murió; la realidad nos alcanzó) se dio a la tarea de trabajar por la paz desde una perspectiva cristiana. "Música y Palabra" nació como una respuesta más a las preguntas que nuestros hijos nos hacen sobre la triste realidad, en principio incomprensible para ellos, que les toca vivir.
La idea es organizar conciertos que brinden esperanza con un mensaje de amor cristiano y al mismo tiempo, recaudar fondos para destinarlos a grupos de expertos que hoy trabajan en tareas concretas para prevenir en el origen o re-educar en la zonas afectadas, a los que practican o han practicado conductas delictivas. No se trata de empezar de cero, sino de ser eficientes y destinar recursos a los que con una metodología y sobre todo, resultados comprobados por años, pueden ayudar a cambiar las cosas.
Las primeras dos asociaciones en la mira de "Música y Palabra" son Raza Nueva en Cristo y las Villas Asistenciales Santa María.
Los invito a que visiten sus páginas en internet para que los conozcan mejor. Les adelanto que yo estoy impresionado y enamorado de ambas obras. "Raza Nueva" trabaja en las colonias con alto índice de criminalidad en la zona metropolitana de Monterrey, reclutando pandilleros para convertirlos en misioneros. He sido testigo de transformaciones impresionantes. Como lo dice el P. Juan Carlos Arcq, "Las pandillas no son malas por si, son sólo una forma de organización que sustituye la carencia de amor por el desintegrado seno familiar. No luchemos contra ellas. Entremos en ellas y cambiemos la razón por la que se juntan. Es posible. Funciona".
"Villas Asistenciales" brinda apoyo a familias mono-parentales, carentes de recursos económicos, brindando herramientas para el desarrollo de las nuevas generaciones, también en la zona metropolitana de Monterrey. Han creado espacios en los que los niños pueden permanecer mientras sus madres/padres trabajan y ahí encontrar amistad, apoyo y también educación, computación y deporte.
Hay una frase que he leído miles de veces en fecha reciente en correos electrónicos y redes sociales: "Para que el mal triunfe, sólo es necesario que los buenos no hagan nada - E. Burke".
Y tú... ¿Qué estás haciendo?
Gil
ResponderEliminarComo siempre, preocupado y mejor dicho "ocupado" en servir, y aportar lo mejor de ti. Por supuesto que me gustaria colaborar aun desde lejos, esperamos esos conciertos aca tambien en Matamoros; Dios los bendiga.
aydee