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Mostrando entradas de junio, 2009

¿Un problema para el matrimonio? La Comunicación

- ( ESPOSO ) ¿Me puedes arreglar la ropa para la cena con los amigos que tenemos hoy por favor? - ( ESPOSA ) Si amor, yo lo hago. - ( Unas horas más tarde ) ¿Por qué la camisa azul? ¿En qué estabas pensando? Y con el traje gris, si yo lo que quería era usar el azul marino - Pero si tú no dijiste… - Si claro, ahora es mi culpa Y después de eso, una serie de intercambios que terminan en batalla e incluso, arruinan el estado de ánimo para asistir al compromiso que se tenía programado. La pareja del ejemplo ( nadie conocido; si se sienten identificados o el diálogo les suena conocido, es mera coincidencia ) decide no salir y finalmente se duermen en cuartos separados con la intención de enfriar los ánimos. Todo por un simple pedido “mal articulado”, “no negociado”, “ejecutado a medias” e “incorrectamente evaluado”… El modelo de comunicación, como nos lo enseñan en la escuela, tiene una serie de componentes que la mayoría conocemos y somos capaces de citar de memoria: emisor, receptor, can

De regreso

Después de unas breves vacaciones (1 semana) en las que no publiqué, estoy de regreso para seguir compartiendo algunas ideas con ustedes. Hoy en especial quiero contarles que me gusta mucho tomar fotos en las bodas. Es una experiencia muy divertida, pero sobre todo, enriquecedora. He tenido la posibilidad de asistir al nacimiento de muchas familias, en ese día en el que aprendes tanto de la historia familiar y en el que también puedes prefigurar la dinámica que se desarrollará en la naciente unión. La foto que hoy comparto es del fin de semana pasado y me gusta porque además de reflejar la felicidad de la pareja, me sirvió para comprobar una vez más que las mejores expresiones son las espontáneas. Cuando le pides a una persona que pose, termina muchas veces en una imagen rígida o incluso fría. Pero cuando los dejas actuar como ellos son en realidad, puedes captar momentos que reflejan en la imagen las emociones que se estaban experimentando. Para mi, esta imagen simboliza también un re

Crecer

P ara los que me han hecho el favor de leer desde "Nada como el Amor" del 3 de mayo, el escrito de hoy cierra un primer ciclo sobre el matrimonio que visualicé en 6 temas. "Tres historias de familia" esbozó ideas sobre lo importante de considerar mi historia y mi formación antes de entrar en algo tan importante como lo es el matrimonio. "El único consejo de mi padre" fue mi vehículo para compartir las diferencias entre enamoramiento y el verdadero amor. "Qué es la pasión" lo dediqué a hablar del amor volitivo; al sentimiento maduro que viene después de que el encanto inicial ha terminado. "Problemas en el matrimonio" fue un planteamiento inicial por lo complejo del tema. Hay mucho por desarrollar y debatir en relación a los problemas de pareja. La semana pasada, con "Buena, Harley" expuse una alternativa de solución que me gustó en lo personal, que le ha funcionado a muchos y que por ello la compartí con ustedes. Finalme

Al cielo...

E s divertido observar las caras de todos viendo hacia arriba. Me recuerdan una foto que tomé en la fiesta de mi sobrina. Dos niños observaban al tío que, soplando, hacía volar una hélice. Hechizados, con sus pequeños ojos encantados, viendo hacia arriba, llenaron el lente de mi cámara que tanto gusta de esas expresiones de asombro, tan plenas de vida. Pero hoy, aquí, no somos niños ni nos deslumbra la magia de un juego. Unos están atados al teléfono, otros, a sus vasos de alcohol de cortesía (de los más gustados en estos lares) y los más, con su manos firmemente pegadas a las mesas frente a ellos, en una posición expectante. Trato de escuchar las historias que se inventan a mis lados y no sé que me impresiona más: enterarme de los tratos de negocios que se cierran, las mentiras que se cuentan para ocultar el verdadero destino y compañía del viaje, o la capacidad para hablar sin detenerse mientras no ven a su interlocutor. Los ojos de todos están fijos en un punto frente a ellos y arri

Buena, Harley

L a individualidad es una característica maravillosa. Disfruto en especial la noción de ser único y me esfuerzo como muchos por reafirmar la distinción de mi individualidad frente a otras. Me gusta descubrir posibilidades desde mi individualidad. Pero para el tema que me ha ocupado en los recientes cuatro domingos, tiene complicaciones. No hay recetas que puedan ser utilizadas con facilidad por grupos grandes de individuos. De casi todo hay que hacer adaptaciones a nuestras características y necesidades para convertirlo en útil; esto puede ser un proceso complejo y tardado y para el que se requiere voluntad y determinación. Por ello, el trabajo para la solución de los problemas de pareja debe ser producto de una auto-exploración, un hurgar en mi manera de ser, en mi historia familiar, educación y cultura, para entender mejor lo que necesito y con base en ello construir soluciones que me sirvan sólo a mi, de frente a mi pareja. Esta entrega esta íntegramente fundamentada en las ideas de

El observador

L a habitación era impresionante: sólo entrar dejaba mudo. Pocas veces había estado frente a un espectáculo tan inquietante. En una pared había un mueble con una cantidad incontable de libros de leyes ordenados por color, por editorial, por tamaño… los pequeños a la izquierda y los de mayor volumen al final. La segunda pared era aún más alarmante: centenares de fotos en las que sólo él aparecía. Las de mayor tamaño y enmarcadas de forma especial eran las que recordaban sus logros más importantes. La tercera pared era sobria (comparada con las otras) pues la cama que estaba recargada en ella impedía que el espacio fuera utilizado para mostrar otra colección. El espacio de pared sobre la cabecera era de un blanco inmaculado que permitiría sin duda hacer evidente el menor contacto de cualquier minúsculo ser. La sorpresa final la tuve al observar la cuarta y última pared en la que estaba la puerta por la que ingresé: había una pequeña cámara de video sobre el marco que parecía apuntar al e